FUNCIONES DEL SOFTWARE EDUCATIVO
Los programas didácticos, cuando se aplican
a la realidad educativa, realizan las funciones básicas propias de los medios
didácticos en general y además, en algunos casos, según la forma de uso que
determina el profesor, pueden proporcionar funcionalidades específicas.
Por otra parte, como ocurre con otros
productos de la actual tecnología educativa, no se puede afirmar que el
software educativo por sí mismo sea bueno o malo, todo dependerá del uso que de
él se haga, de la manera cómo se utilice en cada situación concreta. En última
instancia su funcionalidad y las ventajas e inconvenientes que pueda comportar
su uso serán el resultado de las características del material, de su adecuación
al contexto educativo al que se aplica y de la manera en que el profesor
organice su utilización.
Funciones que pueden realizar los
programas:
Función informativa. La mayoría de los
programas a través de sus actividades presentan unos contenidos que
proporcionan una información estructuradora de la realidad a los estudiantes.
Como todos los medios didácticos, estos materiales representan la realidad y la
ordenan.
Los programas tutoriales, los simuladores
y, especialmente, las bases de datos, son los programas que realizan más
marcadamente una función informativa.
Función instructiva. Todos los programas
educativos orientan y regulan el aprendizaje de los estudiantes ya que,
explícita o implícitamente, promueven determinadas actuaciones de los mismos
encaminadas a facilitar el logro de unos objetivos educativos específicos.
Además condicionan el tipo de aprendizaje que se realiza pues, por ejemplo, pueden
disponer un tratamiento global de la información (propio de los medios
audiovisuales) o a un tratamiento secuencial (propio de los textos escritos).
Con todo, si bien el ordenador actúa en
general como mediador en la construcción del conocimiento y el metaconocimiento
de los estudiantes, son los programas tutoriales los que realizan de manera más
explícita esta función instructiva, ya que dirigen las actividades de los
estudiantes en función de sus respuestas y progresos.
Función motivadora. Generalmente los
estudiantes se sienten atraídos e interesados por todo el software educativo,
ya que los programas suelen incluir elementos para captar la atención de los
alumnos, mantener su interés y, cuando sea necesario, focalizarlo hacia los
aspectos más importantes de las actividades.
Por lo tanto la función motivadora es una
de las más características de este tipo de materiales didácticos, y resulta
extremadamente útil para los profesores.
Función evaluadora. La interactividad
propia de estos materiales, que les permite responder inmediatamente a las
respuestas y acciones de los estudiantes, les hace especialmente adecuados para
evaluar el trabajo que se va realizando con ellos. Esta evaluación puede ser de
dos tipos:
o Implícita, cuando el estudiante detecta
sus errores, se evalúa, a partir de las respuestas que le da el ordenador.
o Explícita, cuando el programa presenta
informes valorando la actuación del alumno. Este tipo de evaluación sólo la
realizan los programas que disponen de módulos específicos de evaluación.
Función investigadora. Los programas no
directivos, especialmente las bases de datos, simuladores y programas
constructores, ofrecen a los estudiantes interesantes entornos donde
investigar: buscar determinadas informaciones, cambiar los valores de las
variables de un sistema, etc.
Además, tanto estos programas como los
programas herramienta, pueden proporcionar a los profesores y estudiantes instrumentos de
gran utilidad para el desarrollo de trabajos de investigación que se realicen
básicamente al margen de los ordenadores.
Función expresiva.Dado que los ordenadores
son unas máquinas capaces de procesar los símbolos mediante los cuales las
personas representamos nuestros conocimientos y nos comunicamos, sus
posibilidades como instrumento expresivo son muy amplias.
Desde el ámbito de la informática que
estamos tratando, el software educativo, los estudiantes se expresan y se
comunican con el ordenador y con otros compañeros a través de las actividades
de los programas y, especialmente, cuando utilizan lenguajes de programación,
procesadores de textos, editores de gráficos, etc.
Otro aspecto a considerar al respecto es
que los ordenadores no suelen admitir la ambigüedad en sus "diálogos"
con los estudiantes, de manera que los alumnos se ven obligados a cuidar más la
precisión de sus mensajes.
Función metalingüística. Mediante el uso de
los sistemas operativos (MS/DOS, WINDOWS) y los lenguajes de programación
(BASIC, LOGO...) los estudiantes pueden aprender los lenguajes propios de la
informática.
Función lúdica. Trabajar con los
ordenadores realizando actividades educativas es una labor que a menudo tiene
unas connotaciones lúdicas y festivas para los estudiantes.
Además, algunos programas refuerzan su
atractivo mediante la inclusión de determinados elementos lúdicos, con lo que
potencian aún más esta función.
Función innovadora. Aunque no siempre sus
planteamientos pedagógicos resulten innovadores, los programas educativos se
pueden considerar materiales didácticos con esta función ya que utilizan una
tecnología recientemente incorporada a los centros educativos y, en general,
suelen permitir muy diversas formas de uso. Esta versatilidad abre amplias
posibilidades de experimentación didáctica e innovación educativa en el aula.
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